Un momento en el desarrollo de algo y como todo momento debe dar lugar a algo nuevo.
Emprender es algo que hoy está muy presente, y a buena hora ya que la creatividad y la voluntad para generar proyectos es el motor de la sociedad en todos los aspectos, sean estos económicos o de tipo social.
Sin embargo nunca está de más recordar que el Startup o Emprendimiento es solo el primer momento en la formación de una empresa o de una ONG, un estado incipiente que no debe ser considerado por el Emprendedor, un “modo permanente” de actividad sino un ciclo pasajero mediante el cual con inventiva y mayor esfuerzo se deben resolver un sinnúmero de dificultades para llegar al otro momento: el de la organización.
Muchas veces ya hemos recordado aquí que una Idea o un código no constituyen un prototipo, tampoco una aplicación, o un MVP o un Producto. De la misma manera una Idea no es un Proyecto y un Proyecto tampoco es una Empresa o una Organización sin fines de lucro. El Startup y el modo emprendedor en el ejecutor son solo el comienzo.
Se debe tener siempre presente que el objetivo del emprendedor es lograr y componer un modelo de negocios definido. Primero concebirlo (proyecto) y luego ejecutarlo (organización- empresa).
La cultura del emprendimiento y de la innovación constante como dinámicas debe ser permanente, pero dentro de ella hay ciclos y el momento Startup debe arrojar un modelo y procesos. Un Startup no puede permanecer así, e igual indefinidamente de la misma manera que el emprendedor (aunque tenga esa sangre) no puede permanecer como emprendedor de ese determinado proyecto siempre. En algún momento deberá transformarse en CEO o comenzar el ciclo nuevamente.
Cada Startup debe tener una fecha de vencimiento para transformarse en una empresa o dar lugar a otro emprendimiento y no puede permanecer sin fecha en el tiempo porque llega el momento en que el emprendedor, ante la falta de luz sobre un modelo y sobre procesos pivotea solamente y sin quererlo para defender la idea y sin saberlo para auto justificarse.
Ante el paso del tiempo, lo que debe hacer es ponerle fin a dicha idea y pasar a la siguiente y así sucesivamente. Esto último debe transformarse en una rutina y una disciplina.
Una de las variables que deben aparecer en el cambio es la certidumbre. En los primeros momentos del emprendimiento se deben administrar grandes dosis de riesgo e incertidumbre pero a medida que los días pasan la claridad debe ir apareciendo y el modelo de negocios sustentable y los procesos deben surgir.
Si esto no ocurre, es una señal que la idea no es la correcta o que al proyecto no le ha llegado su hora. Será el tiempo entonces que el emprendedor inicie una nueva búsqueda y comience a emprender nuevamente.